jueves, 1 de mayo de 2014

LOS CROMOS, UN JUEGO DE NIÑAS


JUGAR A LOS CROMOS

Hay un montón de juegos a los que nosotros jugábamos  de pequeños, que por desgracia se han perdido o están apunto de hacerlo; uno de ellos son "los cromos".

Recuerdo que, cuando era pequeña, me salía a la calle a jugar con mis amigas y este era uno de nuestros juegos favoritos.



Yo guardaba los míos dentro de una caja de zapatos, como si fueran un tesoro; los había de muchos tamaños y temas: de muñecas, de flores, de animales, de profesiones, de mariposas...











Para jugar no hay número de jugadores, cuantos más mejor, cada uno de ellos pone un cromo en el montón (boca abajo) y con la mano ahuecada se golpea sobre ellos y se intentan levantar y darles la vuelta; los cromos que queden boca arriba son los que ganas y te llevas para ti.



No sé si aún se comercializan, yo hace mucho que no los veo, aunque me parece que en algunas tiendas de los chinos se pueden encontrar.


No cabe duda, de que los juegos que hoy día que disfrutan los niños, en tecnología, no hay quien les gane y son realmente incomparables, pero no estoy segura que lo sean en entretenimiento y compañerismo.


 Es una pena que una cosa tan bonita y sencilla como jugar a los cromos, se hayan perdido en el tiempo. Pero lo guardo en mi memoria con mucho cariño y quisiera haceros a vosotros partícipes de mis recuerdos.


La nostalgia hoy vuelven a aflorar en mi mente al recordar los cromos de picar, otro de mis entretenimientos preferidos cuando era pequeña. 


Recuerdo como los guardaba con la mayor ilusión, en una caja de Nivea. 




Llegué a tener una buena colección. Tenía de todas clases, los más comunes eran los de mariposas y flores. Por una peseta nos daban un pliego entero. 



Diez cromos, a gorda cada uno !Que tiempos aquellos! Cada flor traía impreso su propio nombre. Así aprendí el nombre de muchas de ellas. 




También los había de razas de personas, de perros, de ángeles, de muñecas, de todo, había de todo lo que te pudieras imaginar.









Me encantaba jugar con mis amigas a los cromos. Cuando ganaba, me ponía súper contenta, como es lógico, je jeje, pero cuando me espeluchaba; así es como lo denominábamos cuando nos dejaban la caja de cromos tirando. 



 Daba mucho coraje perder con tanta facilidad el apreciado tesoro que tanto nos había costado coleccionar. Pero así son los juegos, unas veces se gana y otras se pierde.


No cabe duda, de que los juegos que hoy día que disfrutan los niños, en tecnología, no hay quien les gane y son realmente incomparables, pero no estoy segura que lo sean en entretenimiento y compañerismo.   



 Es una pena que una cosa tan bonita y sencilla como jugar a los cromos, se hayan perdido en el tiempo. Pero lo guardo en mi memoria con mucho cariño y quisiera haceros a vosotros partícipes de mis recuerdos.


No cabe duda, de que los juegos que hoy día que disfrutan los niños, en tecnología, no hay quien les gane y son realmente incomparables, pero no estoy segura que lo sean en entretenimiento y compañerismo.



 Es una pena que una cosa tan bonita y sencilla como jugar a los cromos, se hayan perdido en el tiempo. Pero lo guardo en mi memoria con mucho cariño y quisiera haceros a vosotros partícipes de mis recuerdos.



 Antiguamente era usual decorar las hojas de los cuadernos con este tipo de postalitas.  El juego de cromos estimula en las personas la concentración y habilidad motora. Este tipo de juego era promovido entre las niñas.


















































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